En Asia apenas quedan 3.000 tigres en libertad. Frank Cuesta visita las selvas de Tailandia buscando tan bello y salvaje animal. Cuando menos se lo espera, el aventurero tiene un tenso encuentro con un tigre salvaje. Frank visita el templo del tigre, un lugar donde monjes budistas y felinos conviven en extraña armonía. La historia cuenta que hace muchos años un campesino dejo un tigre malherido en la puerta del templo. Los monjes lo curaron y lo dejaron viviendo con ellos. A partir de entonces decenas de tigres crecieron allí. Cada día son paseados y entrenados por los monjes en total sintonía. Ya en la selva, Frank se encuentra con un tigre salvaje. Lo escucha llegar y se tira al suelo. "Tienes que hacerte el muerto. Si le retas, no lo cuentas", confiesa Frank.
Frank de la Jungla nos presenta a algunos de los animales más desconocidos del planeta, como los monos pato y las serpientes del mangruf. Además, visitamos un enorme mercado en Yakarta donde se trafica con toda clase de animales salvajes. "Mira, es una serpiente pipa. Cuando se defiende eleva la cola para que los depredadores crean que es una cobra", cuenta Frank. En el capitulo, Frank Cuesta recorre las selvas de Tailandia e Indonesia para conocer animales tan curiosos como los monos pato, los únicos de su especie capaces de nadar y bucear en busca de comida. Tortugas con apariencia de cerditos, cobras escupidoras de veneno, serpientes del mangruf con un brillante color negro y amarillo... Frank también visitará el mercado de Jatinegara en Yakarta, Indonesia. Allí, traficantes de animales mercadean con murciélagos gigantes, búhos recién nacidos o "slow lories", el mono lento, una especie súper protegida en Asia y que para arrancarlo de los árboles es necesario matar a sus madres.
Los bosques de Sumatra, en Indonesia, y Kalimanta, en Borneo, son los dos únicos lugares donde vive el orangután salvaje. En este programa conocemos en profundidad a este fascinante animal de comportamientos casi humanos. A Frank le acompaña en su aventura por el Parque Nacional Gunung Leuser, Eddy the jungle, un nativo que vive junto a los orangutanes. Ataviado con un taparrabos y unas pinturas de guerra, Eddy se comunica con estos animales mediante sonidos. Ellos, lentamente, van apareciendo en la selva a su llamada. Es un ritual que muy poca gente puede hacer. "Este tío está loco, mira cómo trepa al árbol", cuenta Frank al ver su destreza para escalar a un milenario tronco de 30 metros. En Sumatra existe un centro de rehabilitación para orangutanes que salieron de manera ilegal de la selva. Aquí viven 51 ejemplares que fueron vendidos en el mercado negro a clientes particulares. "Mírale el cuello a este", cuenta Ian Singleton, director del centro.
Frank Cuesta busca el elefante salvaje en Bun Klá, la frontera e Thailandia y Laos. Allí, una decena de elefantes hambrientos le rodean y le obligan a pasar la noche en la copa de un árbol. "¿Acaso no lo escucháis?", pregunta Frank inquieto. La jungla suena, y la manada golpea el árbol donde habita el nuevo inquilino. Al sur de Thailandia, cerca de la frontera con Malasia, un grupo de hombres explota a elefantes salvajes en las plantaciones de caucho. Los animales arrastran árboles que pesan toneladas. De ahí saldrá caucho para fabricar ruedas de coches. "Esto sí que es maltrato animal", cuenta apenado Frank rodeado por individuos armados con machetes.
Un nido de pitones debajo de un fregadero. Una pitón de bola en el wáter de una ejecutiva de negocios... o una cobra en un klong de Bangkok -un barrio humilde construido sobre el agua- que tiene atemorizada a toda la calle... Esa es la hoja de servicios de un día de Frank en la caótica y cautivadora ciudad de Bangkok. Es miembro de la asociación de guardianes de animales de Thailandia y ese es su peligroso hobbie. "Donde tú estás sentado, Santi, se me murió un chaval de 25 años que fue mordido por una serpiente", cuenta Frank. En el programa del domingo, conocemos la vida de Frank en la ciudad a la que llegó hace 12 años y de la que se enamoró para siempre. El leonés está hoy tenso. Es un día muy importante para él. Su mascota de pitón está poniendo los huevos en una caja de plástico. "Es un trabajo de seis meses", confiesa nervioso. En cuanto termina la ceremonia, Frank se tira al suelo para escuchar las contracciones de su perra Churra, un chiguagua que está a punto de dar a luz.
El Indiana Jones español regresa a Cuatro para proponer una nueva aventura: observar muy de cerca al Dragón de Komodo. "Es el único descendiente real de los dinosaurios", se atreven a decir algunos expertos. El dragón de Komodo es uno de los mayores depredadores del mundo. Con el aspecto de un lagarto gigante, una simple mordedura en un dedo puede hacerte pasar tres semanas en el hospital. Comedor compulsivo de carne putrefacta, tiene una bacteria en la saliva que infecta todo lo que muerde. Hasta las islas indonesias de Komodo y Rinja, dos de los tres lugares donde habita el reptil, se desplaza Frank. Cuando tiene delante al animal de casi dos metros de largo, comienza su ceremonia. Se tumba y se pone frente a él, y empieza a erguir el tronco, de macho a macho. "Es la manera que tienen los reptiles de retarse, y poco a poco le iré sometiendo", apostilla Frank rompiendo el gélido silencio impuesto.
Desde hace 240 millones de años es el rey de los ríos y lagos de aguas estancadas. El cocodrilo es el soberano que gobierna la transición entre el agua y la tierra Frank recorre los ríos de Thailandia buscando al cocodrilo en su estado salvaje. Durante su periplo, asiste al exclusivo momento del apareamiento del animal, algo pocas veces reflejado en televisión. Siguiendo el rastro del cocodrilo por un antiguo santuario, el equipo se pierde y duerme en la selva. Mientras, varios equipos de guardas forestales del gobierno tailandés, equipados con armas y material de supervivencia, buscan a los tres españoles que han entrado pero no salido de una zona donde hacía nueve años que nadie acampaba. Osos, elefantes, tigres y gatos salvajes han sido vistos en ese lugar...